Este invierno en Moscú, cayó una cantidad casi récord de nieve. Y mientras la gente trata de ir a trabajar, rastrilla los ventisqueros e intenta no congelarse, Kristina Makeeva fotografía toda la belleza del nevado Moscú.
Su trabajo es tan sorprendente que al principio Moscú no se parece a una metrópolis ruidosa, sino a un país de las maravillas increíblemente tranquilo y mágico.