La hepatitis viral es una enfermedad bastante común, muchas de las cuales representan un peligro mortal para el paciente. Para evitar las graves consecuencias de la enfermedad, es importante que cada persona sepa sobre la transmisión de esta infección, sus síntomas y su prevención. Lea más sobre esto en nuestro artículo.

¿Qué es la hepatitis viral?

La hepatitis viral (virus de la hepatitis) es una inflamación del tejido hepático causada por un virus. De otra manera, las enfermedades relacionadas con el grupo de hepatitis se llaman "ictericia", ya que con frecuencia, en el contexto de la patología, la piel y las membranas mucosas del paciente adquieren un tinte amarillento. Este fenómeno se explica por un aumento en el nivel de bilirrubina en la sangre y los tejidos.

Tipos de enfermedades

La hepatitis viral se clasifica según el tipo de patógeno. En la literatura médica, los nombres de los virus que causan esta enfermedad a menudo se indican mediante la abreviatura de las letras del alfabeto latino.

Según el nombre del patógeno, se distinguen los siguientes tipos de hepatitis:

  • A (enfermedad de Botkin);
  • B (hepatitis sérica);
  • C;
  • D (hepatitis delta);
  • E;
  • F;
  • G.

Los investigadores afirman que hay otros virus de hepatitis que actualmente no se conocen bien. Además, los virus del herpes, la rubéola, la fiebre de Lassa y otros también pueden convertirse en una causa de la enfermedad.

Según las características del curso, la hepatitis se distingue:

  1. Relámpago rápido o fulminante. Se caracteriza por un proceso necrótico inflamatorio de flujo rápido y una condición extremadamente grave del paciente. Puede desarrollarse debido a una infección con los virus de la hepatitis A, B y D.
  2. SharpComo regla general, la patología ha pronunciado síntomas, y el virus en sí ha ocurrido relativamente recientemente.
  3. Crónico Lento, desarrollado hace mucho tiempo. Los síntomas son leves e inespecíficos.

La forma fulminante más peligrosa de hepatitis, ya que solo 1-2 semanas después de sus primeras manifestaciones, en ausencia de atención médica, el paciente desarrolla un coma hepático.

Motivos y formas de transmisión.

La causa de la hepatitis viral es la ingestión del tipo de virus correspondiente en el cuerpo y su posterior reproducción.

Las formas de infección dependen del tipo específico de patógeno:

  • hepatitis A, E, F - fecal-oral (a través del agua potable, con frutas sin lavar, a través de las manos sucias), contacto doméstico (cuando se usan platos comunes, etc.);
  • hepatitis B, C, D, G: parenteral (durante la manicura, pedicura, tatuajes, procedimientos médicos que implican daños en la piel), genital, transplacentario (de madre a bebé durante el embarazo), posiblemente en contacto con el hogar.

Vale la pena señalar que el virus de la hepatitis D tiene un defecto, por lo que no puede formar una proteína de forma independiente, por lo tanto, la infección solo es posible si el virus de la hepatitis B está presente en el cuerpo. La combinación de dos tipos de patógenos empeora significativamente la condición y el pronóstico del paciente.

El curso clínico de la enfermedad.

Las manifestaciones clínicas de la patología dependen del tipo específico de patógeno, sin embargo, para muchos tipos de hepatitis, los siguientes síntomas son característicos:

  • fatiga
  • malestar
  • trastornos dispépticos;
  • trastornos del sueño
  • pesadez o dolor en el hipocondrio derecho;
  • coloración amarillenta de la piel y las membranas mucosas (también hay formas anicterianas de la enfermedad);
  • violación de las heces;
  • orina oscura
  • decoloración de las heces.

Con la hepatitis A, se desarrolla fiebre y se observan otros síntomas de intoxicación.

Dependiendo de la variedad de patología y características individuales, ciertos signos de la enfermedad pueden estar ausentes.

La especie más insidiosa es la hepatitis C viral viral, que los médicos suelen llamar un "asesino gentil". Con los años, sin dar síntomas pronunciados, la enfermedad progresa y conduce a cirrosis y neoplasias malignas en el hígado.

Métodos de diagnóstico

La principal forma de diagnosticar la hepatitis es analizar el suero de la sangre para detectar la presencia de ARN del patógeno, antígenos y anticuerpos contra un tipo específico de virus (ensayo inmunosorbente ligado a enzimas, reacción en cadena de la polimerasa).

Además, se prescriben los siguientes métodos de investigación médica:

  • análisis general y bioquímico de la sangre (en caso de una enfermedad habrá un aumento en el nivel de bilirrubina, alta actividad de las enzimas hepáticas);
  • Ultrasonido de la cavidad abdominal para evaluar la condición del hígado y otros órganos internos;
  • Perforar la biopsia hepática para determinar el grado de daño a los tejidos orgánicos, la elección de las tácticas de tratamiento y la evaluación de la efectividad de la terapia.

En la hepatitis A, se pueden analizar las heces. Una biopsia de hígado con este tipo de enfermedad no es práctica.

Principios de tratamiento

Para todos los tipos de hepatitis viral, es necesario seguir una dieta que excluya los alimentos grasos, fritos, picantes y otros que son pesados ​​para el sistema digestivo, y también implica un aumento en la ingesta de fibra (tabla No. 5). El alcohol esta prohibido.

Los principales medicamentos en el tratamiento de la hepatitis viral son los interferones. Estos fondos contribuyen a la activación de las fuerzas inmunes del cuerpo para combatir el patógeno. La excepción es la hepatitis A, de la cual, en la mayoría de los casos, el cuerpo puede curarse por sí solo en unos pocos días, sin el uso de inmunoestimulantes. En algunos casos, sin intervención médica, la hepatitis viral B se cura por sí sola, raramente C.

Los siguientes grupos de medicamentos se usan como terapia adicional:

  • antiespasmódicos (drotaverinum);
  • soluciones de desintoxicación;
  • enzimas digestivas (pancreatina);
  • colerético (Holosas);
  • preparaciones de ácido ursodesoxicólico para la prevención de trastornos de producción de bilis;
  • medicamentos hormonales para prevenir complicaciones y reducir la actividad del proceso patológico (prednisolona);
  • sorbentes para eliminar toxinas del cuerpo (Polyphepam);
  • preparaciones vitamínicas

Dependiendo de la gravedad de la condición del paciente, la terapia de hepatitis viral se puede realizar de forma ambulatoria y en un entorno hospitalario (en la sala infecciosa y, en casos especialmente graves, en la unidad de cuidados intensivos).

Complicaciones de la hepatitis viral.

La probabilidad de consecuencias negativas depende del tipo de virus. El pronóstico para la hepatitis A es más favorable, ya que esta enfermedad no adquiere una forma crónica y rara vez produce complicaciones, que incluyen principalmente inflamación de la vesícula biliar y los conductos. Después de la infección, se adquiere una inmunidad persistente de por vida.

Con acceso oportuno a un especialista y tratamiento adecuado, la hepatitis viral da complicaciones en casos relativamente raros.

Sin embargo, las enfermedades de este grupo pueden tener las siguientes consecuencias negativas:

  • B, D: insuficiencia hepática aguda, coma hepático;
  • C - cirrosis, cáncer de hígado;
  • E - insuficiencia renal y hepática, coma hepático;
  • F - inflamación de la vesícula biliar y los conductos, insuficiencia hepática, coma hepático;
  • G - inflamación de la vesícula biliar, tracto biliar, raramente - insuficiencia hepática aguda.

Además, cualquier tipo de hepatitis viral puede complicarse por una infección bacteriana adherente. El pronóstico empeora significativamente si la infección ocurre inmediatamente con dos tipos de patógenos. La combinación más común de hepatitis B con hepatitis D y C.

Esperanza de vida con enfermedad.

La hepatitis viral aguda no complicada con detección oportuna se trata con éxito y no afecta la esperanza de vida del paciente. En el caso de una transición a una forma crónica (que se observa con mayor frecuencia con la infección por el virus de la hepatitis C), la enfermedad puede progresar y conducir a patologías hepáticas tan graves como cirrosis, cáncer e insuficiencia hepática. En este caso, la esperanza de vida desde el momento en que el virus ingresa al cuerpo puede variar de varios años a varias decenas, dependiendo de la presencia de enfermedades concomitantes, las características individuales del cuerpo y la gravedad de la hepatitis.

Medidas preventivas

Por el momento, la principal forma de prevenir la hepatitis A, B y D es la vacunación. Para otras variedades de la enfermedad, no existen medidas preventivas específicas.

Para no infectarse con hepatitis viral A, E y F, debe:

  • evitar beber agua potable de baja calidad;
  • lave bien las frutas antes de comerlas;
  • observar las reglas de higiene personal;
  • Evite viajar a áreas con una situación epidemiológica desfavorable para la hepatitis (países de Asia, África).

Para las hepatitis B, C, D y G, las siguientes recomendaciones deben observarse como una profilaxis individual no específica:

  • No realice manipulaciones médicas en clínicas privadas cuestionables;
  • controle la esterilización del instrumento por parte del maestro antes de aplicar el tatuaje, piercing, manicura, pedicura;
  • evite las relaciones sexuales al azar, use un condón;
  • Evitar el uso de drogas intravenosas.

Además, la prevención de la hepatitis viral implica el uso de artículos de higiene personal individual y la limitación del contacto con los pacientes.

Dado el peligro y la epidemiología de las enfermedades consideradas, es importante consultar a un médico tan pronto como aparezcan síntomas alarmantes. La detección temprana y el tratamiento oportuno aumentan significativamente las posibilidades de recuperación, incluso en el caso de hepatitis severa.