Las neoplasias malignas que tienen localización tanto externa como interna en varios órganos son bastante comunes. Entre los tipos de enfermedades oncológicas, el adenocarcinoma moderadamente diferenciado ocupa uno de los primeros lugares en comparación con otros procesos volumétricos.

¿Qué es el adenocarcinoma moderadamente diferenciado?

Este es un tumor canceroso que crece desde el epitelio de los tejidos glandulares. La patología maligna puede ocurrir en casi cualquier órgano, ya que las glándulas están presentes en la capa integumentaria en sus superficies internas.

Por su agresividad y el grado de diferenciación, el adenocarcinoma puede manifestarse en los siguientes tipos:

  • tumor altamente diferenciado: los cambios morfológicos en las células se expresan ligeramente, como resultado de lo cual el crecimiento y la propagación de la patología maligna son asintomáticos durante mucho tiempo. A menudo se diagnostica en el último período de su desarrollo;
  • tumor moderadamente diferenciado: hay cambios más pronunciados en la estructura celular, como resultado de lo cual el crecimiento y la tasa de propagación de la patología maligna son de importancia media;
  • Un tumor de bajo grado es la formación más agresiva, cuyos parámetros morfológicos de la estructura celular tienen cambios significativos, por lo que no es posible atribuirlos a ningún tipo de tejido. La educación es propensa a un rápido crecimiento y metástasis en las primeras etapas de desarrollo.

El adenocarcinoma moderadamente diferenciado ocupa una posición intermedia entre estas 2 especies. La agresividad y la capacidad del tumor para propagarse rápidamente dependerán de la mutación de su estructura celular, es decir, de la diferenciación.

Este parámetro es un indicador importante de las características de las lesiones malignas, determinadas histológicamente. La presencia de un número significativo de estructuras celulares alteradas morfológicamente indica un proceso actual maligno.

Causas y signos de ocurrencia

Las causas de la patología oncológica aún no se han aclarado. Pero hay una serie de factores que contribuyen a la aparición de esta grave enfermedad.

Estos incluyen:

  • entorno ambiental adverso: trabajo en pacientes asociados con condiciones de trabajo dañinas, con radiación electromagnética o radiactiva, contacto con materiales agresivos que ingresan al cuerpo a través de la piel o el tracto respiratorio superior;
  • procesos inflamatorios crónicos de los órganos internos;
  • dieta inadecuada con predominio del uso de alimentos con proteínas grasas y falta de ingesta de frutas y verduras frescas;
  • predisposición hereditaria;
  • formaciones benignas de órganos internos con capacidad de malignidad;
  • estrés crónico

Cualquiera de estos factores puede contribuir a esta patología severa. Mucho depende del estilo de vida, las características individuales del cuerpo y el tratamiento de calidad de las enfermedades crónicas.

La manifestación de la enfermedad dependerá de la ubicación del proceso, el grado de su desarrollo. Las manifestaciones iniciales del adenocarcinoma se caracterizan por un curso asintomático, por lo tanto, una neoplasia maligna a menudo se detecta en las etapas posteriores del desarrollo.

Síntomas y tipos de enfermedad.

En la mayoría de los casos, los síntomas del proceso volumétrico comienzan a aparecer en la etapa 3-4 de su desarrollo, cuando el paciente tiene problemas de salud y, con un examen objetivo, el especialista revela la presencia de patología.

Los síntomas comunes más comunes de una enfermedad son:

  • aumento de debilidad y fatiga;
  • pérdida de peso sin causa;
  • dolor e incomodidad en la ubicación del tumor;
  • trastornos del sueño
  • aumento periódico de temperatura a dígitos subfebriles;
  • interrupción de los intestinos y el estómago;
  • El desarrollo de la anemia.

La aparición de estos síntomas generales de la enfermedad requiere un examen obligatorio, ya que esta sintomatología no siempre indica la presencia de un proceso oncológico. Pero si se confirma el diagnóstico de adenocarcinoma, el proceso de tratamiento debe comenzar lo antes posible.

Lesiones rectales

El lugar "favorito" para la localización del adenocarcinoma es el intestino grueso, que representa hasta el 80% del número total de patologías malignas. El desarrollo tumoral se produce a partir de células de tejido glandular con localización en la sección final del tubo digestivo.

Los factores que contribuyen al desarrollo del proceso maligno del recto serán comunes a cualquier patología del cáncer. Pero el riesgo de adenocarcinoma aumenta con la presencia de pólipos en el recto, que son una enfermedad precancerosa.

Particularmente peligroso es la poliposis difusa, que es una acumulación de células de una estructura anormal. Un gran riesgo para el desarrollo de la oncología es la presencia de un pólipo velloso, que tiene la capacidad de producir moco intestinal.

En las primeras etapas de crecimiento, un adenocarcinoma de colon moderadamente diferenciado no se manifiesta. Con el tiempo, aparecen síntomas generales típicos, que indican el desarrollo de un proceso patológico, y luego se unen síntomas específicos, lo que indica una patología intestinal.

Las siguientes manifestaciones de la enfermedad comienzan a molestar a los pacientes:

  • la presencia de sangre fresca en las heces con la aparición adicional de moco y pus;
  • el síndrome de dolor se vuelve más pronunciado;
  • hinchazón
  • malestar intestinal en forma de estreñimiento y diarrea alternantes;
  • falso impulso de defecar (tenesmo);
  • aversión a la comida de carne;
  • dolor al defecar.

Con la progresión de la enfermedad, es posible el desarrollo de obstrucción intestinal parcial. El sangrado frecuente debido a un traumatismo en la patología del tumor rectal con heces duras conduce al desarrollo de anemia. La neoplasia maligna, que se encuentra en la etapa de descomposición, puede dar a la clínica una intoxicación general pronunciada del cuerpo.

Importante! La aparición de los primeros signos no específicos de desviaciones en el estado de salud y cambios menores en la función del intestino grueso requiere un examen obligatorio por parte de un gastroenterólogo para excluir la formación maligna.

Útero y estómago

El desarrollo de adenocarcinoma uterino en mujeres es la patología más común después del cáncer de seno. Esta enfermedad oncológica ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 40 y 65 años y es una patología dependiente de hormonas. A esta edad, las mujeres comienzan la reestructuración hormonal del cuerpo, acompañada de un aumento en el número de estructuras glandulares en la capa epitelial del cuello uterino.

El riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de órganos reproductivos puede deberse a los siguientes factores:

  • pubertad precoz;
  • inicio tardío de la menopausia;
  • ovario poliquístico;
  • Obesidad de 2-3 grados;
  • uso a largo plazo de preparaciones hormonales que contienen estrógeno en grandes dosis.

La presencia de adenomatosis y poliposis uterina a menudo resulta en malignidad de los tejidos con el desarrollo de adenocarcinoma.

Una enfermedad oncológica puede no manifestarse por un período prolongado. La aparición de sangrado uterino en mujeres después de la menopausia, y a una edad temprana, la presencia de una menstruación profusa y prolongada, son un síntoma alarmante. Dicha sintomatología no es específica del adenocarcinoma uterino, pero requiere un examen exhaustivo para excluir el proceso oncológico.

Además del sangrado, en pacientes con edad, se puede observar descarga de diversas consistencias en forma de blancos profusos y acuosos. Pero si un olor desagradable de secreción se une a estos síntomas, esto indica la progresión de la enfermedad, acompañada de la descomposición del tumor.

El adenocarcinoma de estómago es una patología oncológica común entre otras formas de cáncer. En las etapas iniciales del desarrollo de la enfermedad, no hay sintomatología y el paciente no se queja, por lo que el diagnóstico en esta etapa presenta dificultades significativas. La manifestación de la enfermedad ocurre cuando un adenocarcinoma ya produce metástasis.

El cáncer de estómago casi nunca surge de tejidos sanos.

Las enfermedades precancerosas juegan un papel importante en su aparición, como:

  • gastritis crónica con insuficiencia secretora;
  • úlcera estomacal;
  • pólipos adenomatosos;
  • abuso de alcohol;
  • dieta desequilibrada

La presencia de Helicobacter pylori también puede ser un factor provocador en la oncología.

Los siguientes síntomas son característicos del proceso maligno del estómago:

  • dolor en el área del estómago de diferente intensidad, no asociado con la alimentación;
  • náuseas
  • vómitos
  • eructos
  • hinchazón
  • disminución o falta de apetito;
  • estreñimiento periódico, seguido de diarrea;
  • pérdida de peso

El cuadro clínico del adenocarcinoma gástrico dependerá del área de localización del tumor, su tamaño, etapa de desarrollo, que se manifiesta de la siguiente manera:

  • patología en el antro o la salida del estómago: se desarrollan los síntomas de la estenosis pilórica;
  • en el cuerpo del estómago: el tumor puede crecer a tamaños significativos, manifestándose como signos de intoxicación general del cuerpo;
  • En el corazón, es decir, en la sección superior del estómago, surgen dificultades al tragar no solo alimentos sólidos, sino también líquidos.

Dada la gravedad de la lesión oncológica, la presencia de síntomas patológicos del órgano digestivo, se requiere una consulta especializada obligatoria para determinar la causa de los problemas de salud.

Medidas diagnósticas de los tejidos glandulares.

Para hacer un diagnóstico preciso de adenocarcinoma localizado en varios órganos, se prescribe un examen completo, que incluye los siguientes métodos de investigación instrumentales y de laboratorio:

  • sangre y orina para un análisis general;
  • bioquímica de la sangre;
  • sangre para marcadores tumorales;
  • heces para sangre oculta (con patologías gastrointestinales);
  • una muestra de contenido desde el canal cervical del útero hasta las células atípicas;
  • Ultrasonido
  • radiografía
  • CT, MRI;
  • examen endoscópico de órganos sospechosos;
  • tomar una biopsia del área del problema.

El diagnóstico más importante y confirmante de adenocarcinoma es un examen histológico de material tomado directamente del foco patológico. Este análisis da una conclusión sobre el tipo de estructura celular del tumor y su agresividad, lo que nos permite hacer una predicción sobre la vida útil del paciente.

Tratamiento del cáncer

Las medidas terapéuticas de los procesos oncológicos se llevan a cabo de manera integral, combinando intervención quirúrgica, radioterapia y farmacoterapia. Dependiendo del tipo de tumor, su ubicación, etapa de desarrollo y diseminación, se realiza una combinación de métodos para extirpar el tumor, seguido de exposición a la radiación y quimioterapia.

Pronóstico de supervivencia y posibles consecuencias

Después de un tratamiento radical tan completo, se observa el riesgo de metástasis en los próximos 5 años. Los primeros 2 años después de la terapia radical, cuando es posible el crecimiento continuo del tumor, son especialmente tensos. Durante este período, se produce el mayor porcentaje de muertes.

3 años después del tratamiento de oncología, la mortalidad disminuye bruscamente, y después de 4-5 años, la mortalidad se registra por recaída y metástasis solo en casos aislados.

Las medidas de tratamiento llevadas a cabo en las primeras etapas del desarrollo del adenocarcinoma dan un pronóstico relativamente positivo de la supervivencia del paciente.