La amigdalitis se desarrolla cuando las amígdalas están infectadas con bacterias, virus, hongos y parásitos intracelulares. Los síntomas y el tratamiento de la amigdalitis en los niños dependen de la forma del curso de la enfermedad, la naturaleza de la inflamación.
Contenido material:
Causas de la amigdalitis en niños.
Las amígdalas se forman a partir de tejido linfoide, protegen los bronquios, la nasofaringe y los pulmones de los agentes infecciosos que penetran por la nariz y la boca. Encima de ellos están cubiertos con huecos-huecos, que primero se encuentran con microorganismos patógenos. Los folículos se encuentran dentro, los linfocitos se concentran en ellos, que luchan contra los agentes extraños.
La inflamación de las amígdalas provoca docenas de microorganismos. La forma bacteriana de la enfermedad a menudo es causada por estreptococos, estafilococos, meningococos o una combinación de los mismos. La amigdalitis viral se desarrolla cuando se ve afectada por virus del herpes, influenza, adenovirus. Con menos frecuencia, las amígdalas son atacadas por hongos candida y parásitos intracelulares: micoplasma, clamidia.
Los patógenos se transmiten desde el entorno externo a través de gotitas en el aire, métodos domésticos de contacto de personas enfermas o portadores pasivos de agentes infecciosos.
Los factores adversos contribuyen al desarrollo de la amigdalitis:
- inmunidad disminuida;
- hipotermia
- excesivo esfuerzo psicoemocional, nervioso, físico;
- inflamación de las membranas mucosas de la boca, encías y dientes: estomatitis, enfermedad periodontal, gingivitis, caries;
- nutrición desequilibrada;
- secreción nasal prolongada y enfermedades de la nariz: pólipos, adenoiditis, sinusitis, sinusitis; sinusitis frontal;
- violación de la estructura de las amígdalas: espacios demasiado profundos, adherencias, empalmes;
- recientemente transferido SARS, ARI.
La amigdalitis no puede tratarse por sí sola sin un diagnóstico previo y las prescripciones del médico. La inflamación de las amígdalas palatinas acompaña a la difteria, escarlatina, mononucleosis. Estas enfermedades requerirán otras terapias y medicamentos.
Clasificación de enfermedades infecciosas
En la práctica médica y la vida cotidiana, la amigdalitis aguda se llama amigdalitis. Procede con síntomas pronunciados, dura hasta 2 semanas.
En los niños, a menudo se desarrollan los siguientes tipos de amigdalitis:
- Catarral: ocurre con lesiones superficiales, amígdalas hinchadas, enrojecidas.
- Lacunar: el exudado caseoso o purulento se acumula en la boca de las lagunas.
- Folicular: acompañado de un aumento y supuración de los folículos dentro de las amígdalas.
El dolor de garganta catarral dura de 2 a 3 días, luego retrocede o adquiere formas graves: folicular, lacunar.
La amigdalitis crónica en niños continúa con síntomas borrosos, las exacerbaciones ocurren con mayor frecuencia 3 veces al año. Los médicos distinguen entre tipos compensados y descompensados. En el primer caso, los cambios dolorosos afectan solo las amígdalas, en el segundo, la inflamación pasa a los órganos vecinos e internos.
Síntomas y signos
La amigdalitis aguda en un niño se acompaña de manifestaciones de intoxicación general: sudoración, escalofríos, debilidad, dolor de cabeza, a veces náuseas y vómitos. El niño se niega a comer, se queja de dolor al tragar.
Tras el examen, se notan los siguientes cambios:
- la temperatura se eleva por encima de 38 grados;
- las glándulas se hinchan, enrojecen, se aflojan, se cubren con una capa;
- los ganglios linfáticos aumentan debajo de la mandíbula inferior, detrás de las orejas;
- con una forma lacunar en las amígdalas, hay focos puntuales de racimos purulentos;
- con amigdalitis folicular, aparecen sellos granulares de color blanco-amarillo debajo del epitelio, a veces se rompen.
La amigdalitis crónica en remisión ocurre con síntomas leves:
- cosquilleo, hormigueo en la garganta después de comer, dificultad para tragar;
- aumento de la temperatura en la tarde a 37–37.5 grados;
- aliento repulsivo;
- trastornos del sueño
- fatiga, distracción.
Con exacerbación, regresan los signos de angina. La forma descompensada a veces se acompaña de dolor en las articulaciones, corazón, falta de aliento.
Con qué médico debo contactar, diagnóstico
Con la inflamación de las amígdalas, es necesario consultar a un pediatra u otorrinolaringólogo pediátrico. El médico examina las amígdalas, palpa los ganglios linfáticos.
Los estudios de laboratorio incluyen:
- Pruebas generales de sangre y orina que muestran hasta dónde ha llegado el proceso inflamatorio.
- El cultivo bacteriano del contenido del frotis de la superficie de la garganta determina el tipo de patógeno, su reacción a diferentes grupos de antibióticos. En una forma aguda de la enfermedad, en el 80% de los casos, se diagnostica amigdalitis estreptocócica.
A veces se requiere un examen del dentista para identificar o excluir focos de infección en la boca. En la forma crónica, se prescribe adicionalmente un ECG, un ultrasonido de los riñones, una radiografía de los senos paranasales. Luego se envían para consulta a un cardiólogo pediátrico, reumatólogo y nefrólogo.
Tratamiento de la inflamación de las amígdalas en un niño.
Con angina, el niño es transferido al reposo en cama hasta que la temperatura baja y la salud mejora. La terapia incluye dos áreas: la destrucción del patógeno y el alivio de los síntomas.
La amigdalitis bacteriana se trata solo con antibióticos, las preparaciones del grupo de penicilina se prescriben con mayor frecuencia, tienen un efecto perjudicial en una amplia gama de bacterias.
Cuando lleguen los resultados de la siembra, si es necesario, cambie a una herramienta específica. Cuando se infecta con virus, solo se recetan medicamentos sintomáticos: los antibióticos no actúan sobre ellos y no se ha demostrado el efecto terapéutico de los medicamentos antivirales con angina. La forma fúngica de la enfermedad se trata con medicamentos antimicóticos.
La terapia sintomática incluye los siguientes medicamentos:
- Soluciones antisépticas para reducir focos purulentos: Hexoral, Octenisept, Miramistin.
- Aerosoles antimicrobianos, pastillas: Ingalipt, Septolete, Faringosept.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el calor y el dolor: paracetamol, ibuprofeno.
El bienestar mejorará más rápido si sigue las siguientes reglas:
- No interrumpa el curso de la terapia con antibióticos antes de lo programado para evitar la resistencia de los microbios al medicamento.
- Ventile la habitación con más frecuencia, mantenga la humedad al 60%.
- Alimente al paciente con platos semilíquidos: caldo, cereales, puré de papas, ya que los alimentos sólidos dañan las amígdalas.
- Beba mucha agua con bebidas calientes: agua mineral, compota, bebida de frutas, té.
- Después de comer, haga gárgaras con infusiones, decocciones de manzanilla, salvia, caléndula. Debe tenerse en cuenta que tales procedimientos, realizados con más frecuencia 6 veces al día, irritan las amígdalas y reducen el efecto del tratamiento.
- Después de normalizar la temperatura, continúe caminando al aire libre.
La amigdalitis crónica en los niños requiere otros métodos de tratamiento, la tarea de los padres es prolongar los períodos de remisión, reducir el número de recaídas. Los pediatras recomiendan reconsiderar la nutrición, el estilo de vida de un niño. Dos veces al año, en otoño y en primavera, tome un curso preventivo para mejorar la salud. Incluye limpiar las lagunas de la placa, lavar las amígdalas con antisépticos, procedimientos fisioterapéuticos: terapia con láser, UV, UHF. Si el tratamiento conservador no conduce a los resultados deseados, se desarrollan otras enfermedades y luego se extirpan quirúrgicamente las amígdalas.
Posibles complicaciones
La terapia de la amigdalitis aguda toma de 10 a 14 días y la salud mejora en 3 o 4 días. Un niño con una forma crónica de la enfermedad se registra con el otorrinolaringólogo y se considera saludable cuando no ocurre una recaída dentro de los 5 años.
Con un tratamiento retrasado o incorrecto, se desarrollan complicaciones:
- absceso paratonsillar;
- enfermedades cardiológicas: enfermedad cardíaca adquirida, miocarditis, endocarditis infecciosa;
- daño renal: pielonefritis, glomerulonefritis;
- patología del sistema broncopulmonar;
- enfermedades de la piel: psoriasis, eccema, neurodermatitis;
- inflamación articular: poliartritis;
- otitis media infecciosa
En casos avanzados, el patógeno se propaga a través del sistema circulatorio, se desarrolla sepsis.
Prevención del dolor de garganta en niños
Puede reducir el riesgo de angina y exacerbaciones de inflamación de las siguientes maneras:
- Durante las infecciones virales respiratorias agudas estacionales, trate la nariz con ungüento oxolínico, enjuague su boca con decocciones de hierbas, no lleve al niño a lugares concurridos: centros comerciales, cines.
- A tiempo para tratar infecciones respiratorias agudas, inflamación en la boca, caries.
- Fortalecer la inmunidad general: alimentación equilibrada, caminar con más frecuencia.
- Templar la garganta con enjuagues, bebidas, bajando gradualmente la temperatura del líquido de 30 a 15 grados.
- Con tendencia a la inflamación, reacondicione las amígdalas una vez cada seis meses: limpie las brechas y trate con antisépticos.
La amigdalitis pasa sin consecuencias, en el futuro el riesgo de recaída se reduce si se siguen las instrucciones del otorrinolaringólogo, el pediatra y las recomendaciones para la prevención.