Según los nefrólogos, los síntomas y el tratamiento de la pielonefritis en las mujeres son conceptos interrelacionados, porque al elegir los métodos de efecto terapéutico, los médicos siempre se centran en la intensidad y la naturaleza de las manifestaciones de la enfermedad. Debido a las características de la anatomía, el cuerpo femenino está predispuesto a la aparición de procesos inflamatorios en los riñones. Entonces, incluso un ligero malestar puede volverse crónico y causar serios problemas de salud. Es por eso que un componente importante de las medidas terapéuticas para la pielonefritis es el alivio de cualquier signo de la enfermedad.

Causas de pielonefritis

Con la pielonefritis, se produce daño renal por bacterias, que se acompaña de inflamación de los tejidos del órgano.

Según las estadísticas, las mujeres sufren pielonefritis seis veces más a menudo que los hombres. Esto se debe a la estructura del canal para la producción de orina: en las mujeres es amplio, pero corto. Por lo tanto, la infección se propaga rápidamente a través de los órganos y entra a los riñones, elevándose a través de los uréteres.

Las bacterias pueden propagarse por todo el cuerpo y a través del torrente sanguíneo. Sin embargo, una forma ascendente de promoción es mucho más común.

Los microorganismos patógenos pueden permanecer latentes en el cuerpo humano durante un período prolongado y activarse solo cuando aparecen condiciones favorables para sus funciones vitales.
Entre los patógenos más comunes de la pielonefritis se encuentran Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa, Enterococos y Estafilococos. Como regla general, la multiplicación de patógenos ocurre en el contexto de un debilitamiento del cuerpo y una disminución de su potencial protector.

Por lo tanto, las principales causas de pielonefritis en las mujeres, los médicos incluyen no solo las características anatómicas de los órganos urinarios, sino también factores que contribuyen a la disfunción del sistema inmunitario y provocan la actividad de bacterias dañinas:

  • hipotermia
  • cambios anormales en los tejidos de la vejiga, el tracto urinario o los riñones;
  • cualquier condición de inmunodeficiencia;
  • diabetes mellitus El nivel alto de azúcar en la sangre contribuye a la multiplicación de microorganismos patógenos;
  • infecciones bacterianas crónicas;
  • lesiones en los tejidos de la espalda y la cavidad abdominal, que contribuyen a la disfunción neurogénica del uréter y la vejiga;
  • embarazo y otros procesos en los que es posible el estancamiento de la orina;
  • desequilibrio hormonal;
  • intervenciones quirúrgicas o instrumentales, incluso diagnósticas, en el sistema genitourinario.

A menudo, la enfermedad renal inflamatoria se desarrolla en el contexto de cambios en el cuerpo relacionados con la edad.

Tipos de enfermedades

La naturaleza del curso y la gravedad de los síntomas de la pielonefritis, la intensidad de la inflamación y el lugar de su localización se correlacionan con varios tipos de enfermedades.

Los médicos distinguen dos formas principales de patologías inflamatorias en los riñones: pielonefritis aguda y crónica.

El desarrollo de la forma aguda se acompaña de manifestaciones repentinas e intensas. En ausencia de un tratamiento adecuado, la enfermedad progresa y los cambios patológicos en los tejidos del órgano se vuelven irreversibles.
A medida que la infección se propaga, la forma aguda de pielonefritis pasa por varias etapas de desarrollo:

  • seroso Se caracteriza por la formación de múltiples focos inflamatorios. Los riñones se hinchan y aumentan de tamaño;
  • purulento, apostematoso. En el sitio de los focos inflamatorios, se forman abscesos, apóstoles, cuyo crecimiento se acompaña de una infiltración abundante. La fusión del apostem conduce a la aparición de carbuncos y abscesos purulentos que contribuyen a la fusión de los tejidos y la destrucción de grandes áreas del parénquima renal.

Además, la pielonefritis aguda es unilateral o bilateral, dependiendo de si uno o ambos riñones están afectados.

Características de la forma crónica de la enfermedad.

La aparición de pielonefritis crónica generalmente se considera como consecuencia de una forma aguda no tratada de la enfermedad. Con menos frecuencia, como un proceso patológico independiente.
El curso de la inflamación renal crónica se acompaña de síntomas leves y está predispuesto a una transición periódica a la fase aguda.

Síntomas y signos

Los síntomas de la pielonefritis en las mujeres están determinados por la forma del curso de la enfermedad y pueden variar.

En la forma aguda de procesos inflamatorios en los riñones, se observan las siguientes manifestaciones:

  • escalofríos severos y un fuerte aumento de la temperatura, desde 38 ° C y más;
  • dolor de espalda al nivel de las costillas inferiores;
  • signos de intoxicación: vómitos, náuseas, aumento de la sed;
  • micción frecuente

La inflamación renal aguda suele ir precedida de una exacerbación de la cistitis.

Puede causar sangre en la orina. Es característico que este síntoma se observe solo en mujeres y esté completamente ausente en hombres.
Los síntomas de pielonefritis crónica en mujeres son débiles. El proceso patológico se acompaña de:

  • letargo y fatiga aumentada del paciente;
  • un ligero aumento de la temperatura, dentro de 38 ° C;
  • oleadas periódicas de presión;
  • micción frecuente por la noche;
  • hinchazón matutina alrededor de los ojos;
  • dolor de espalda baja

Una exacerbación de la pielonefritis crónica se caracteriza por un predominio de síntomas generales, por lo que la enfermedad a menudo se confunde con patologías ginecológicas o ARVI.

Diagnóstico de enfermedad renal inflamatoria

La base para la designación de medidas para el diagnóstico de pielonefritis se considera una consulta con un nefrólogo y un historial. En esta etapa, los médicos descubren qué factores podrían provocar la aparición de inflamación en los riñones de una mujer:

  • enfermedades ginecológicas, abortos;
  • embarazo
  • menopausia
  • condiciones de inmunodeficiencia;
  • la presencia de enfermedades infecciosas, incluidos antecedentes de;
  • tomando antibióticos o cistostáticos.

Durante un examen físico, el nefrólogo palpa en el área de los riñones, evalúa el color de la piel y la presión arterial.
El componente más importante de las medidas de diagnóstico es el análisis de orina. Se practican tres estudios diferentes:

  • Análisis general de orina. En el contexto de la inflamación renal, los leucocitos aparecen en la orina y, con el desarrollo de formas complicadas, los glóbulos rojos;
  • Análisis bacteriológico de orina. La medida necesaria para determinar la cepa y su resistencia a los agentes antibacterianos;
  • La tinción de Gram de orina es un procedimiento adicional que le permite determinar con precisión no solo el tipo de infección, sino también las características del patógeno.

Los estudios obligatorios también incluyen un análisis de sangre general y bioquímico, que permite establecer no solo la presencia de procesos inflamatorios, sino también diagnosticar la insuficiencia renal. Si es necesario, los médicos también pueden recetar una ecografía de los riñones, varios tipos de urografía, nefroscintigrafía.

El diagnóstico de inflamación renal crónica se complica por la ausencia de síntomas locales. Por lo tanto, los nefrólogos se diferencian por hipertensión, amiloidosis y la forma crónica de glomerulonefritis.

Características del curso durante el embarazo.

Según las estadísticas, la pielonefritis en mujeres embarazadas se observa en el 4% de los casos. Además, el pico de las manifestaciones de la enfermedad ocurre en el segundo y tercer trimestre. Esta situación no es accidental y está asociada con cambios que ocurren en el cuerpo de una mujer cuando lleva un hijo.

El principal factor provocador es el crecimiento del feto y, como consecuencia, un aumento en el volumen del útero. Como resultado de la presión sobre los tejidos y órganos circundantes, especialmente sobre el uréter, el progreso de la orina se ralentiza.
El estancamiento resultante de la orina promueve la activación y reproducción de bacterias, que capturan gradualmente los órganos del sistema genitourinario y se introducen en las células de la membrana mucosa de los riñones.

Si comienza el tratamiento en una etapa temprana del desarrollo de la patología durante el embarazo, no solo puede eliminar por completo la pielonefritis, sino también evitar sus complicaciones, que son un peligro para la salud del feto.

Tratamiento de pielonefritis en mujeres

Los métodos para tratar la pielonefritis están determinados por el estado específico de la salud de la mujer. La presencia de problemas e infecciones ginecológicas puede complicar el proceso y provocar la transición de la enfermedad a una forma crónica.

Por lo tanto, en la primera etapa del tratamiento, los médicos recetan medicamentos antibacterianos, cuya acción está dirigida a eliminar los focos de infección. La elección de los medicamentos depende del tipo de patógeno y su sensibilidad a los antibióticos.

El médico tratante determina la idoneidad del uso de medicamentos de este grupo durante el embarazo. El curso promedio de la terapia con antibióticos es de dos semanas.

Un objetivo igualmente importante de la terapia es la eliminación del estancamiento, un aumento en la salida de orina al tomar diuréticos, decocciones de bayas con propiedades antisépticas: arándanos, escaramujos, arándanos rojos.
En presencia de formaciones purulentas en los tejidos de los riñones, se puede utilizar la intervención quirúrgica. En casos particularmente difíciles, con el desarrollo de procesos necróticos, se prescribe la extracción del órgano afectado.

La forma crónica de pielonefritis se trata con dosis reducidas de medicamentos antibacterianos, así como con medios que estabilizan la funcionalidad de los riñones y mejoran su microcirculación.

Además, se recetan remedios caseros: decocciones de cola de caballo, gayuba, perejil.

Dieta y nutrición adecuada.

Una dieta bien organizada es un componente obligatorio de las medidas terapéuticas y preventivas para la inflamación de los riñones. Es importante comprender que la dieta para la pielonefritis está diseñada para resolver varios problemas a la vez:

  • restaurar el metabolismo;
  • normalizar la presión sanguínea;
  • aliviar la hinchazón
  • estimular la eliminación de toxinas y compuestos nocivos;
  • función renal normal;
  • prevenir la transición de la enfermedad a una forma crónica.

El esquema nutricional terapéutico para la pielonefritis fue desarrollado en el siglo pasado por el profesor Pevzner. En medicina, este tipo de dieta se conoce como Tabla 7.
Los carbohidratos lentos, una pequeña cantidad de proteína, una cantidad mínima de grasa y un régimen de consumo regulado forman la base de la nutrición médica. Para optimizar el funcionamiento de los riñones, se recomienda excluir de la dieta cualquier alimento que contenga sal, así como platos fritos y ahumados.

La prioridad son las sopas de verduras y leche, pastas, granos integrales, carne baja en grasa, mariscos y huevos. También se recomienda incluir frutas y jugos en el menú.

Los productos no deseados en la dieta son: salchichas, productos de panadería, productos de confitería, carnes grasas y sopas a base de ella, repollo, cebolla, champiñones, legumbres, espinacas y rábanos. Además, el café y el alcohol están prohibidos.

Posibles complicaciones

El alivio oportuno de la inflamación y un efecto terapéutico adecuado en la mayoría de los casos trae una recuperación completa. Sin embargo, en presencia de formaciones purulentas en los riñones, pueden aparecer complicaciones, cuya ignorancia conlleva una amenaza para la vida.

Las complicaciones más peligrosas de la forma aguda de patología:

  • papilitis necrótica: puede ser una indicación para la extracción del riñón;
  • atrofia del parénquima y arrugas pielonefríticas de los riñones - conduce a la muerte de los tejidos orgánicos;
  • abscesos, carbuncos: una de las razones para el desarrollo de sepsis y muerte;
  • insuficiencia renal aguda

Incluso después de la recuperación, el tejido renal afectado no puede recuperarse en su forma original. Muy a menudo, las áreas destruidas son reemplazadas por tejido conectivo.
La ausencia de tratamiento en la forma crónica de pielonefritis también conduce a la destrucción de los tejidos del órgano afectado. Los procesos patológicos en este caso ocurren lentamente, pero las complicaciones causadas por ellos son irreversibles.

Pronóstico de recuperación

Con el desarrollo de formas no complicadas de pielonefritis unilateral, incluso con su forma crónica, el pronóstico de vida se considera favorable. Lo principal es optimizar el funcionamiento de los riñones, eliminar los factores que provocan la enfermedad, someterse a un tratamiento completo y tomar medidas para prevenir la recaída.
El pronóstico para pacientes con pielonefritis crónica bilateral es menos favorable. En tales casos, después de 10-15 años, se produce la etapa terminal, en la que hay una extinción completa de la función renal.

Prevención

A pesar de que la pielonefritis aguda responde bien al tratamiento, el riesgo de recaída sigue siendo relevante durante toda la vida del paciente. Toda mujer que haya tenido inflamación renal debe recordar la necesidad de medidas preventivas.

Entre las precauciones más importantes:

  • un estilo de vida saludable dirigido al fortalecimiento general del cuerpo y el sistema inmunitario;
  • mantenimiento de la termorregulación normal, falta de hipotermia;
  • adherencia a una dieta y régimen de bebida;
  • uso inmediato del inodoro cuando aparecen los impulsos;
  • detección temprana y tratamiento de cistitis y otras enfermedades inflamatorias;
  • higiene personal;
  • Exámenes médicos regulares.

No importa cuán frágil sea el cuerpo femenino, una actitud razonable y cuidadosa hacia su salud ayudará a evitar enfermedades. Lo principal es prestar atención a sus señales a tiempo y no perder el optimismo en cualquier situación de la vida.