La neumonía focal es muy común en 2/3 de todos los casos de neumonía. Al hacer un diagnóstico, puede encontrar su segundo nombre: bronconeumonía. Descubrimos cuál es su peculiaridad y cómo tratarla.

¿Qué es la neumonía focal?

Esta enfermedad es un tipo de neumonía aguda. Su característica es que el proceso inflamatorio comienza con los bronquios terminales y luego desciende a los pulmones, llegando a veces a los alvéolos. Con esta enfermedad, no todo el lóbulo puede verse afectado, sino solo una parte. Es por eso que la enfermedad tiene el nombre focal, ya que hay focos de inflamación en los pulmones.

La razón principal de su aparición son los patógenos y los virus:

  • estrepto, estafilo o neumococos;
  • infecciones por adenovirus y rinovirus;
  • virus de la influenza y parainfluenza;
  • E. coli.

A menudo, la causa se transfiere enfermedades infecciosas (otitis media, meningitis, escarlatina, sarampión, amigdalitis, bronquitis y otras).

La hipotermia, los malos hábitos, la baja inmunidad, el estrés o la hipovitaminosis juegan un papel importante en el inicio de la enfermedad.

Clasificación

Dependiendo de la naturaleza del curso, la enfermedad puede ser aguda y crónica. En el primer caso, los síntomas son pronunciados, pero la inflamación es más fácil de tratar.

Dependiendo de la naturaleza de la lesión, hay neumonía del lado izquierdo y del lado derecho.

Síntomas y signos de la enfermedad.

La enfermedad tiene un cuadro clínico menos pronunciado que con la forma grupal, ya que el proceso inflamatorio es menos agresivo. Las manifestaciones primarias son notables solo en el segundo o tercer día después de que la infección ingresa al cuerpo.

Nota! La enfermedad puede presentarse en forma aguda o su inicio es lento.

Los síntomas iniciales de la neumonía focal pueden confundirse fácilmente con un resfriado común o SARS.

Esto es:

  • rinitis
  • aumento de la temperatura corporal;
  • aumento de la sudoración;
  • tos seca o húmeda;
  • escalofríos
  • debilidad, somnolencia
  • pérdida de apetito
  • dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y dolor muscular.

Los síntomas específicos aparecen con el tiempo, literalmente en uno o dos días. El paciente desarrolla una fuerte tos seca o con secreción de esputo, dolor en el área del tórax, que se intensifica durante la tos. La respiración se vuelve difícil, hay dificultad para respirar. La debilidad se ve reforzada por una temperatura corporal alta. Los indicadores de temperatura aumentan a 39-40 ˚С, además, no van bien con medicamentos antipiréticos.

Importante! La neumonía focal en los niños se está desarrollando rápidamente. Si no se toman medidas, la condición puede ser crítica.

La inflamación puede reconocerse por la sibilancia característica durante la respiración, la presión arterial puede disminuir y el pulso puede disminuir. Estos son síntomas alarmantes que indican una afección grave.

Diagnóstico de neumonía

La inflamación de los pulmones se diagnostica necesariamente mediante técnicas instrumentales. Se realiza un diagnóstico diferencial con bronquitis, tuberculosis, absceso, ataque cardíaco y cáncer de pulmón.

Para comenzar, el médico examina al paciente, la neumonía siempre se acompaña de sibilancias.

Un examen más detallado se ve así:

  • análisis general de sangre y orina;
  • examen microbiológico del esputo (para identificar el tipo de patógeno);
  • radiografía
  • CT o MRI de los pulmones;
  • broncoscopia (examen endoscópico con un broncoscopio).

Según los resultados de la radiografía, se pueden detectar cambios focales.

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Tratamiento de neumonía

Los niños con dicho diagnóstico deben ser hospitalizados, los adultos también pueden ser tratados en un hospital.

El tratamiento conservador de la neumonía focal necesariamente implica los siguientes métodos:

  1. Terapia farmacológica. Se prescriben antibióticos tipo penicilina, cefalosporinas o macrólidos, broncodilatadores y fármacos mucolíticos. Los medicamentos para licuar y eliminar el esputo pueden usarse en forma de agentes orales o inhalaciones.
  2. Procedimientos fisioterapéuticos. Aplicar solo en ausencia de temperatura. La electroforesis, UHF, las corrientes electromagnéticas son efectivas.
  3. Masajes y ejercicios de fisioterapia.

Para el período de terapia, el reposo en cama y el consumo excesivo de alcohol son obligatorios. Después de la recuperación, el paciente debe ser observado por un neumólogo durante 6 meses.

En caso de daño pulmonar severo o acumulación de exudado purulento, está indicada la intervención quirúrgica.

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Complicaciones peligrosas

Surgen consecuencias negativas en caso de tratamiento prematuro.

Las complicaciones son bastante peligrosas, algunas de ellas representan una amenaza para la vida del paciente.

Los mas comunes:

  • pleuresía
  • neumonía crónica
  • empiema pleural (inflamación de las láminas pleurales con la formación de exudado purulento);
  • pericarditis purulenta;
  • infarto pulmonar;
  • absceso
  • pironeumotórax (acompañado por la entrada de pus y aire en la hendidura pleural);
  • sangrado pulmonar o nasal;
  • tosiendo sangre;
  • hematuria
  • anemia
  • insuficiencia respiratoria o cardiovascular;
  • miocarditis
  • choque tóxico;
  • sepsis
  • cáncer de pulmón

Con un tratamiento prematuro, las infecciones afectan a otros órganos. Alta probabilidad de glomerulonefritis, cistitis.

Prevención y pronóstico

Recomendaciones para la prevención de la enfermedad:

  • renunciar a los malos hábitos (fumar y alcohol);
  • evitar la hipotermia o el sobrecalentamiento severo;
  • fortalecer la inmunidad, tomar vitaminas;
  • llevar un estilo de vida medido, evitar el estrés;
  • comer bien
  • tratar enfermedades infecciosas de órganos ENT a tiempo;
  • Evite los lugares llenos de gente durante el período de una epidemia de resfriados.

El pronóstico es favorable si no se permiten complicaciones. Con un tratamiento antibacteriano oportuno, la temperatura disminuye en 3-5 días. La recuperación completa ocurre en el día 12-14, pero de acuerdo con los resultados del examen de rayos X, los pulmones se recuperan solo al final de 2-3 semanas.