El hígado es un órgano importante que garantiza la actividad vital de todo el organismo al participar en la digestión, el metabolismo y también en la eliminación de productos metabólicos. El daño al hígado de cualquier etiología afecta negativamente el trabajo de todo el organismo. Una de estas patologías es la hepatitis crónica.

¿Qué es la hepatitis crónica, qué es peligroso?

Un rasgo característico de la enfermedad es la presencia de inflamación, pero con la preservación de los lóbulos en su estructura anatómica. Se establece una forma crónica de patología en el caso de la duración de la enfermedad, durante seis meses o más. La presencia de una cierta cantidad de fibrosis e inclusiones necróticas en el tejido hepático determina los síntomas clínicos de la enfermedad.

El tratamiento inadecuado o su ausencia contribuye a la rápida progresión de la enfermedad con la degeneración de la patología en cirrosis o cáncer. El diagnóstico precoz de la hepatitis, su forma crónica y la terapia oportuna permiten retrasar el proceso con su transferencia a una remisión estable.

Tipos de enfermedades

De todas las variedades de patologías que causan daño hepático, la hepatitis viral crónica A, B, C, D representa el grupo más grande. Dependiendo de la influencia de varios factores en su aparición, tiene variedades específicas.

Cada tipo de patología corresponde a un cierto tipo de patógeno con sus propias características estructurales, vías de penetración y manifestaciones clínicas.

Las principales diferencias entre los diferentes tipos de daño hepático viral son:

  • tipo A: en la práctica clínica se llama enfermedad de Botkin. La infección ocurre a través del tracto digestivo. Las manifestaciones clínicas de la infección son pronunciadas. La transición a una forma crónica es rara. La enfermedad deja una inmunidad duradera;
  • tipo B: la transmisión del virus en la mayoría de los casos se lleva a cabo desde un paciente enfermo o portador del virus, ya que el patógeno está presente en todos los entornos fisiológicos del cuerpo. La enfermedad continúa con manifestaciones clínicas graves, tanto en forma aguda como crónica;
  • El tipo C es el tipo más peligroso de hepatitis. La penetración de un agente infeccioso en el cuerpo ocurre a través de la sangre. La fuente de la enfermedad es un paciente enfermo. Hasta el 80% de los casos del período agudo de la enfermedad progresa de forma latente. Solo con la transición de la hepatitis a una forma crónica aparecen los síntomas. La agresividad de la patología conduce a cambios irreversibles en el hígado con su transición a la cirrosis;
  • tipo D: la reproducción y la infección del cuerpo son imposibles sin la presencia del virus de la hepatitis B, lo que empeora significativamente la clínica y el pronóstico. La transmisión del virus es a través de la sangre. El curso de la hepatitis D ocurre en la mayoría de los casos en forma de un curso crónico con una transición a cirrosis hepática.

La hepatitis viral se detecta en la mayoría de los pacientes, cuya incidencia alcanza el 70% de todas las dolencias hepáticas diagnosticadas.

Causas del virus

Las siguientes causas con mayor frecuencia causan hepatitis crónica:

  • hepatitis transferida previamente tipo B, C y D, más raramente tipo A;
  • intoxicación del cuerpo con diversas sustancias (medicinales, tóxicas, abuso de alcohol);
  • procesos autoinmunes;
  • enfermedades infecciosas
  • Procesos patológicos en el hígado, que provocan alteraciones en su estructura celular.

Además de las razones principales que conducen al desarrollo de hepatitis crónica, hay una serie de factores que contribuyen a este proceso.

Los más significativos de ellos son:

  • trabajar en condiciones de producción peligrosas;
  • alcoholismo crónico;
  • nutrición desequilibrada;
  • infestaciones helmínticas;
  • incumplimiento de la higiene personal.

Cualquiera de estas razones puede provocar la formación de una enfermedad crónica, cuyo curso dependerá en gran medida del estado de las defensas del cuerpo, el diagnóstico temprano o tardío y el tratamiento complejo.

Formas y clasificación

La clasificación de la hepatitis crónica se lleva a cabo de acuerdo con varios aspectos, entre los cuales se encuentran:

por factor etiológico

  • hepatitis viral - hepatitis viral crónica B, C, D, A;
  • autoinmune
  • medicación
  • alcohólico
  • tóxico
  • hepatitis criptogénica de etiología desconocida.

Según características morfológicas

  • hepatitis activa (agresiva) con diversos grados de actividad: el curso del proceso en forma de una forma necrótica con una violación de la estasis biliar;
  • hepatitis crónica persistente;
  • lobular

a la deriva

  • exacerbación
  • remisión

en forma

  • agudo
  • hepatitis crónica

Por lo tanto, los especialistas en ejercicio clasifican la hepatitis crónica, ya que esta clasificación es la más conveniente en la práctica médica.

Síntomas y signos de hepatitis crónica.

El curso y los síntomas de la hepatitis dependerán en gran medida de la forma de la patología, el estado de inmunidad y las enfermedades concomitantes del paciente. El curso de la hepatitis persistente se manifiesta por una baja actividad del proceso.

A veces, la clínica de la enfermedad está prácticamente ausente o se manifiesta por los siguientes síntomas:

  • leve dolor en el hipocondrio derecho, a veces náuseas, amargor en la boca que ocurre al tomar alcohol, errores alimenticios (comer alimentos grasos);
  • Con un examen manual de la cavidad abdominal, se localiza un hígado ligeramente agrandado, ubicado en el borde del arco costal.

Con la excepción de los factores que provocan, la salud del paciente sigue siendo normal y la plena capacidad de trabajo.

El cuadro clínico con una forma activa progresiva de hepatitis crónica será muy pronunciado y se manifestará con los siguientes síntomas:

  • la aparición de dispepsia en forma de náuseas, vómitos, hinchazón, alteración de los intestinos, pérdida de apetito;
  • fatiga, debilidad con cualquier estrés físico, incluso insignificante, capacidad reducida para trabajar;
  • trastornos del sueño
  • pérdida de peso
  • dolores de cabeza periódicos

En el contexto de la intoxicación general del cuerpo, aparecen signos de insuficiencia hepática:

  • ictericia
  • picazón en la piel y la aparición de "arañas vasculares";
  • fiebre
  • la aparición de ascitis, es decir, líquido en la cavidad abdominal;
  • fenómenos de diátesis hemorrágica;
  • dolor severo en la mitad derecha del abdomen en su región superior.

Las manifestaciones objetivas de la hepatitis activa se complementan con una textura difusamente agrandada, dolorosa y densa del hígado que sobresale por debajo del arco costal. En este contexto, progresa un aumento en el tamaño del bazo y los ganglios linfáticos regionales.

Los síntomas de la hepatitis D viral crónica son aún más graves, en los que la insuficiencia hepática se vuelve más pronunciada. En este contexto, se rastrean trastornos patológicos en los riñones, las articulaciones y los pulmones.

Con la hepatitis autoinmune, los síntomas clínicos se observan con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, que se manifiestan de la siguiente forma:

  • debilidad
  • disminución del rendimiento;
  • fatiga
  • dolores de un personaje que tira a la derecha.

En este contexto, se puede observar un aumento de la temperatura, manifestaciones de dispepsia en forma de náuseas, vómitos, flatulencia y trastornos de las heces. A menudo, los cambios patológicos afectan los pulmones, la glándula tiroides y el sistema cardiovascular.

Para la hepatitis C crónica, es típica la presencia de muchos síntomas inespecíficos, que pueden simular ictericia obstructiva o el desarrollo de un proceso agudo.

Importante! La aparición de debilidad, malestar general, dispepsia, molestias en el hipocondrio derecho requiere un examen obligatorio por parte de un médico o gastroenterólogo con monitoreo de laboratorio para excluir la enfermedad hepática.

Diagnóstico

El diagnóstico de hepatitis comienza con un historial médico, un examen del paciente con una evaluación de sus datos objetivos y un diagnóstico preliminar.

Los diagnósticos adicionales se llevan a cabo mediante métodos de investigación instrumentales y de laboratorio:

  • sangre, orina para un análisis general;
  • análisis de sangre bioquímico;
  • sangre para marcadores de hepatitis viral;
  • Ultrasonido
  • rehehepatografía;
  • según las indicaciones de la resonancia magnética del hígado;
  • Según las indicaciones, una biopsia del tejido hepático para examen histológico.

Después de un examen completo del paciente, se realiza un diagnóstico final y se prescribe el tratamiento.

Tratamiento de virus

El tratamiento de la hepatitis crónica se lleva a cabo de manera integral e incluye las siguientes medidas:

  • exclusión de cualquier carga;
  • modo cama o media cama;
  • dieta
  • terapia sintomática para aliviar los síntomas de intoxicación;
  • terapia de vitaminas;
  • tomando hepatoprotectores, inmunomoduladores;
  • inyecciones de interferones.

El tratamiento se lleva a cabo en un hospital teniendo en cuenta la forma de los patólogos y sus manifestaciones. La terapia es duradera. Durante el proceso de tratamiento, un estudio de laboratorio en dinámica es obligatorio para monitorear la efectividad del tratamiento.

Con la hepatitis crónica autoinmune, el tratamiento con medicamentos hormonales da un resultado positivo. La dosis de admisión se selecciona teniendo en cuenta la actividad del proceso y las características individuales del cuerpo. En algunos casos, en ausencia del efecto de la terapia conservadora, se recomienda un trasplante de hígado.

Dieta para la enfermedad

Para obtener un resultado positivo del tratamiento, es necesaria la descarga máxima del hígado, que se logra prescribiendo la dieta No. 5. Incluye una lista de productos que proporcionan una combinación equilibrada de proteínas, grasas, carbohidratos.

Se recomienda excluir de la dieta de un paciente que padece hepatitis crónica:

  • carnes grasas y pescado;
  • cualquier alimento frito, ahumado y enlatado;
  • varios encurtidos y adobos;
  • hongos de cualquier tipo;
  • repollo blanco, cebolla, ajo, rábano, rábano;
  • fuerte té negro y café;
  • bebidas carbonatadas y alcohólicas coloreadas.

Los alimentos deben picarse y cocerse al vapor tanto como sea posible, y deben tomarse fraccionadamente, hasta 5-6 veces al día en pequeñas porciones.

La tabla de dieta No. 5 recomienda los siguientes productos para su uso:

  • huevos
  • gachas de trigo sarraceno;
  • queso cottage bajo en grasa;
  • carne de res magra o ternera;
  • verduras hervidas: calabaza, remolacha, zanahorias;
  • productos lácteos de bajo contenido graso;
  • cariño
  • aceites vegetales

Asegúrese de cumplir con el régimen de bebida en forma de agua hasta 1.5 litros por día con la adición de jugo de cítricos.

Medidas preventivas

Para evitar el daño hepático y el desarrollo de hepatitis crónica, es necesario observar medidas preventivas, que incluyen:

  • el uso de jeringas desechables para inyección;
  • el uso de anticonceptivos protectores en las relaciones íntimas;
  • vacunación sistemática;
  • exclusión del uso de bebidas alcohólicas;
  • exámenes preventivos regulares con la entrega de pruebas de laboratorio;
  • Nutrición completa y equilibrada.

El cumplimiento de las medidas preventivas, la implementación de todas las recomendaciones del médico para la prevención y el tratamiento de la hepatitis crónica ayudarán a evitar el desarrollo de una patología hepática grave, que reduce significativamente no solo la calidad de vida, sino también la capacidad de trabajar.