Una de las enfermedades hepáticas más graves es la hepatitis viral, que se transmite a través del torrente sanguíneo y "madura" durante mucho tiempo, de forma asintomática. Si no detecta la enfermedad a tiempo y no comienza el tratamiento, puede convertirse en cirrosis hepática y provocar la muerte. La hepatitis C, cuyos síntomas casi no se manifiestan durante el período de infección e incubación, es una de las variedades más graves de esta enfermedad.

Formas y etapas del virus.

La hepatitis C viral es una enfermedad infecciosa del hígado, que se caracteriza por la inflamación y la muerte gradual de las células del hígado, lo que provoca daños irreversibles en el órgano. Esta grave enfermedad se descubrió solo en los años 80 y aún no cuenta con medidas preventivas efectivas, como la hepatitis B, de las cuales existen vacunas.

El agente causal de la enfermedad es un virus de la familia Flaviviridae de 30-60 nm de tamaño, que contiene ARN. Solo se detectaron 11 genotipos del virus, y algunos de ellos tienen sus propios subtipos. Para los países de Europa del Este, solo son característicos 4 genotipos del virus de la hepatitis C: subtipo 1b, 3, 1a y 2.

Se diferencian entre sí en agresividad y patogenicidad. El más peligroso es el genotipo 1 del virus, que penetra en el cuerpo a través de la sangre, y el más común es el subtipo 3a, que se encuentra con mayor frecuencia entre los drogadictos.

En total, hay dos formas principales de infección:

  1. A través de la sangre cuando se usan agujas no esterilizadas (inyecciones, manicuras, tatuajes) o durante el parto;
  2. A través del líquido seminal durante las relaciones sexuales (solo el 5% de los casos).

Una vez en el torrente sanguíneo, el virus llega al hígado y comienza su derrota, debilitando simultáneamente el sistema inmune. Desafortunadamente, la infección y el período de incubación son asintomáticos, por lo que la persona simplemente no sabe que ya está enfermo.

Hay 3 etapas del curso de la enfermedad:

  1. Forma aguda: dura las primeras 2-20 semanas después de la infección, cuando el cuerpo puede vencer el virus (solo en caso de una inmunidad muy fuerte) o la enfermedad gradualmente pasará a la segunda etapa. La recuperación completa ocurre solo en el 15% de los casos, el 85% restante en estas 20-25 semanas puede comenzar a manifestar hepatitis C aguda.
  2. Forma latente: puede durar hasta 20 años, no acompañada de síntomas al mismo tiempo. La enfermedad simplemente "madura" en el cuerpo, pero los marcadores ya aparecen en la sangre y el hígado puede agrandarse.
  3. Una forma de reactivación: el virus de la hepatitis C comienza a proliferar, lo que lleva a la degeneración del tejido hepático y su muerte.

Cualquier persona puede infectarse con hepatitis C viral simplemente yendo a un manicurista sin escrúpulos que no esteriliza instrumentos o que recibe sangre no verificada durante la transfusión. Es difícil protegerse de esta enfermedad, pero puede detectarla a tiempo y comenzar la terapia.

Los primeros signos en hombres y mujeres.

A nivel mundial, hay más de 600,000 millones de pacientes con hepatitis C y su número crece anualmente. Los científicos llaman a esta derrota masiva una epidemia silenciosa, ya que la mayoría de las personas infectadas no saben que están enfermas.

El período de incubación dura de 2 semanas a 6 meses, y durante el mismo una persona no experimenta ninguna molestia que lo obligue a ver a un médico, lo cual es típico del 80% de los pacientes.

En el 20% restante, las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad ocurren 2-3 meses después de la infección y son extremadamente similares al resfriado común, entre ellas:

  • fatiga constante
  • temperatura alta:
  • dolor de cabeza frecuente
  • dolores en el cuerpo;
  • Disminución del rendimiento intelectual.

La etapa aguda de la enfermedad se acompaña de tales síntomas, pero después de un tiempo se vuelve crónica, que se caracteriza por nada más que fatiga constante y dolencias frecuentes. ¿Cuántas personas en el mundo moderno prestan atención a estos síntomas?

Los signos de hepatitis C en las mujeres casi no son diferentes de los hombres, con la excepción de los cambios en este último en los ciclos menstruales: la menstruación puede ser mucho más dolorosa de lo habitual, caracterizada por una alta profusión de secreción. A veces, el sangrado puede comenzar en mujeres enfermas, pero con mayor frecuencia esto se atribuye a cambios en el fondo hormonal.

Síntomas característicos

Después del período de incubación, se produce la etapa crónica del curso de la enfermedad, que también puede proceder de forma asintomática. Sin embargo, en un análisis de sangre, el paciente puede revelar marcadores característicos o notar un aumento en el hígado por ultrasonido.

En el 60% de los pacientes también se puede observar:

  • fiebre alta
  • dolor en el hipocondrio derecho;
  • pérdida de peso
  • falta de apetito
  • coloración amarillenta de la piel y los globos oculares;
  • náuseas y diarrea;
  • dolor articular y muscular;
  • decoloración de las heces;
  • orina oscura

Estos síntomas pueden confundirse con manifestaciones de un resfriado o ictericia, pero requieren atención y un examen preventivo obligatorio por parte de un médico.

Medidas diagnósticas

Después de detectar síntomas alarmantes, una persona debe comunicarse con un terapeuta para derivarlo a un especialista en enfermedades infecciosas o gastroenterólogo. Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento será manejado por un hepatólogo especializado en hepatitis viral. Para comenzar, se envía al paciente a un análisis de sangre para determinar la presencia de anticuerpos contra el virus de la hepatitis (anti-VHC).

Para confirmar el diagnóstico, un paciente potencial debe someterse a una serie de exámenes de laboratorio e instrumentales:

  1. Análisis de sangre bioquímico: se estudia el nivel de bilirrubina y se controlan las enzimas AlAT y AsAT.
  2. Se detecta el ARN del virus y su genotipo.
  3. Ultrasonido de la cavidad abdominal para determinar la condición del hígado y su tamaño.
  4. Se realiza una biopsia hepática, tomografía computarizada o resonancia magnética para determinar el grado de fibrosis.

Después de hacer un diagnóstico preciso, también se realiza un análisis de la carga viral: esta es la determinación de la cantidad de virus en la sangre. Este indicador es necesario para la elección de la terapia, el seguimiento de la dinámica positiva y también afecta el éxito del tratamiento.

Tratamiento general para la hepatitis C

La terapia contra la hepatitis C tiene como objetivo no solo reducir la inflamación del hígado, sino también reducir la cantidad de virus en el cuerpo. A pesar de la gran cantidad de genotipos del virus del patógeno, el tratamiento para la hepatitis C es estándar: se basa en el uso de interferón alfa, que previene la infección de las células hepáticas y detiene su inflamación.

La terapia estándar contra el VHC implica tomar medicamentos que contengan interferones y ribavirina, o tomar un medicamento combinado que contenga estas sustancias. Este régimen de tratamiento está aprobado por la OMS y tiene una tasa de recuperación del 95% a pesar de los efectos secundarios graves.

Durante la terapia, los pacientes toman hepatoprotectores potentes para proteger el tejido hepático no afectado y ralentizar la fibrosis. Este método de tratamiento da buenos resultados y en la mayoría de los casos conduce a una recuperación completa. Aunque a veces el genotipo reacciona mal a los medicamentos antivirales y luego el período de tratamiento aumenta del estándar de 6 meses a 12.

Nuevo en el tratamiento de virus

En la última década, se han desarrollado nuevos medicamentos que contienen varios compuestos activos y son medicamentos de acción directa.

Entre ellos están las drogas:

  • Sofosbuvir;
  • Velpatasvir;
  • Daclatasvir;
  • Ledipasvir.

El mecanismo de manifestación de estas sustancias es similar a los antibióticos de acción antibacteriana: las moléculas de la sustancia están incrustadas en el ARN del virus y lo destruyen, lo que detiene la reproducción y la propagación de la inflamación.

Las ventajas de la nueva terapia son su duración: el curso del tratamiento es de 3 meses y la desventaja es el costo de aproximadamente 400-500 dólares.

Dieta para el VHC

La regla principal de la terapia para el VHC es el rechazo del alcohol y las drogas. Pequeñas dosis de alcohol etílico no solo afectan negativamente al hígado, sino que también activan el virus, acelerando su reproducción. Esto hace que la terapia antiviral no tenga sentido y acelera el proceso de fibrosis.

En cuanto a la comida, no hay restricciones estrictas; los médicos solo recomiendan rechazar o reducir significativamente el consumo de alimentos grasos, fritos y picantes. Será razonable adherirse a los principios de una dieta saludable durante el curso del tratamiento: comer platos equilibrados, abandonar los malos hábitos, cocinar al baño maría, etc.

Esperanza de vida con enfermedad.

Esta pregunta solo puede responderse mediante el estudio de un paciente específico y varias características de su enfermedad, desde el genotipo del virus hasta la historia de la enfermedad. La hepatitis C crónica puede "dormir" de 2 a 20 años, lo que depende de la fortaleza de la inmunidad del paciente, su estilo de vida, la presencia de malos hábitos, la velocidad del diagnóstico y el inicio de la terapia.

En 20% a 80% de los pacientes con VHC sin tratamiento, eventualmente se desarrolla cáncer o cirrosis hepática, por lo que todo depende de qué tan rápido el paciente comience el tratamiento. Algunos desarrollan cirrosis en 2 años, mientras que otros viven hasta la vejez, comenzando el tratamiento a tiempo. La pregunta no es cuánto tiempo se puede vivir con hepatitis C, sino qué tan rápido se puede detectar para comenzar la terapia, porque esta enfermedad es completamente tratable.

Medidas preventivas

Desafortunadamente, no existe una vacuna efectiva contra el VHC, por lo que no puede protegerse de la enfermedad.

¿Cómo se recomienda la prevención de la enfermedad?

  1. Visite solo la odontología profesional y los salones de uñas, controlando la calidad de la esterilización de los instrumentos o insistiendo en el uso de los desechables.
  2. No uses drogas.
  3. Protegido durante las relaciones sexuales con un condón.
  4. No use artículos de higiene de otras personas que puedan contener sangre (rasuradoras, cepillos de dientes, aretes).
  5. Realice pruebas periódicas y realice un examen médico.

Es imposible protegerse completamente contra la hepatitis C, pero el examen y las pruebas regulares ayudarán a identificar la enfermedad en las primeras etapas y comenzar la terapia.